Al final, se ha salvado la devolución. Bueno más o menos. Lo va a devolver pero se lleva el mismo en otro color. Buena suerte, no siempre sucede así.
Recuerdo hace años, cuando uno no tenía experiencia, y menos credibilidad aún en sus hechos, que teníamos que pedir permiso para devolver cualquier cosa que pasara de 20.000 pts. (120 Euros). Normalmente no había problema, pero el jefe prefería estar informado y no llevarse un susto al día siguiente al revisar las cuentas.
Cuando alguien venía a devolver un ordenador, por el motivo que fuera, se intentaba que se llevara otro que fuera de su agrado. Por aquel entonces un ordenador de gama media tirando a alta rondaba las 220.000 pesetas (1322 Euros) y los jefes no estaban dispuestos a que el cliente se fuera sin nada. A veces te condicionaba la autorización de la devolución a que se llevara otro. Otras veces tenías que cobrarle primero el nuevo y luego hacer la devolución del dinero del otro.
Bueno, a lo que iba, cierta vez (un animal, digo) un señor vino a traer uno, no recuerdo el motivo, y tras debatir sobre porque lo quiere devolver, …etc., mi jefe me sugirió:
- Ofrécele otro, que se lleve otro…
Cuelgo el teléfono y digo:
- No le interesaría llevarse otro modelo? (Suena un poco estúpido, decirle esto al cliente, cuando los dos tenemos claro que NO quiere otro y que sólo quiere irse. Después de pasar por varias personas del hipermercado, ya está que echa humo).
Recuerdo hace años, cuando uno no tenía experiencia, y menos credibilidad aún en sus hechos, que teníamos que pedir permiso para devolver cualquier cosa que pasara de 20.000 pts. (120 Euros). Normalmente no había problema, pero el jefe prefería estar informado y no llevarse un susto al día siguiente al revisar las cuentas.
Cuando alguien venía a devolver un ordenador, por el motivo que fuera, se intentaba que se llevara otro que fuera de su agrado. Por aquel entonces un ordenador de gama media tirando a alta rondaba las 220.000 pesetas (1322 Euros) y los jefes no estaban dispuestos a que el cliente se fuera sin nada. A veces te condicionaba la autorización de la devolución a que se llevara otro. Otras veces tenías que cobrarle primero el nuevo y luego hacer la devolución del dinero del otro.
Bueno, a lo que iba, cierta vez (un animal, digo) un señor vino a traer uno, no recuerdo el motivo, y tras debatir sobre porque lo quiere devolver, …etc., mi jefe me sugirió:
- Ofrécele otro, que se lleve otro…
Cuelgo el teléfono y digo:
- No le interesaría llevarse otro modelo? (Suena un poco estúpido, decirle esto al cliente, cuando los dos tenemos claro que NO quiere otro y que sólo quiere irse. Después de pasar por varias personas del hipermercado, ya está que echa humo).
Acercó su cara a la mía, me miró fijamente a los ojos y me dijo:
- Quiero mi puto dinero y lo quiero ahora!
Ahí terminó mi negociación… Minutos más tarde me pregunta mi jefe si se ha llevado otro.
- No, pero si quieres baja tú y se lo preguntas ;-)
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Gracias por leerme.
3 comentarios:
Menos mal que no te cogió del cuello de la camisa ya para completar... si es que muchas veces los jefes no se dan cuenta de lo que mandan!
Los jefes tendrían que bajar del pedestal y pisar el terreno del día a día. A ver si se enfrentan con un cliente con ese talante tan chulito.
Bueno. Hasta ahora tan sólo han sido amenazas verbales, como te vas a comer las gafas, os van a dar por el C*LO...
Los jefes tambien se las comen dobladas... Pero he aprendido mucho de ellos, sobre como manejar la situacion..
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