Gracias a la llegada del esperado Windows10, es hora de despedir al odiado Windows8. De todos los clientes con los que he hablado he llegado a la conclusión de que a la mitad de ellos el Windows 8 no les gusta y la otra mitad lo odia...
Hasta que han empezado a llegar ordenadores con el nuevo Sistema Operativo, mezcla de un Windows 7 con alguna característica del 8, nos han mandado una demo totalmente operativa del 10 para que la instalemos en TODOS los ordenadores. Menos mal que nuestra tienda es pequeña y no tenemos ni mucha gente, ni comercial de Microsoft que venga a comprobar que las tenemos instaladas o instalarlas él mismo. Por ello sólo lo pusimos en algunos de ellos.
Todo bien, crea un usuario con el que arranca el ordenador (Luís Serna) y con algunas opciones capadas, un sistema anti-graciosos y parece funcionar mas o menos bien. Pero en todo ordenador llega un momento en su vida en el que va a ser vendido. Cuando lo tienes que reinstalar de fábrica para vender la exposición llegan los problemas. ¿Cargará una versión de Windows 10 completa y operativa? ¿Volverá a la versión original, cargando el Windows 8? La respuesta es sencilla. En la mayoría de los casos, ni uno ni otro. El ordenador casca al 99% de la recuperación dejando el ordenador inservible y no vuelve a arrancar. Gracias Mr Gates.
¿Por qué ese afán caga-prisas de actualizar todo inmediatamente? Así nos pasa que luego es peor el remedio que la enfermedad… Para no vender un “desfasado” portátil con Windows 8 tenemos un portátil inservible pero que tuvo Windows 10.
De esto constatamos tres hechos. Perdemos una venta, ordenador en modo ladrillo. Perdemos un cliente al que le has puesto la miel en los labios y ahora no hay ordenador para llevarse. Y último, al querido Luís Serna le tienen que pitar casi lo mismo que al NO tan querido Bill Gates.