El domingo pasado que gracias a Dios libré. Vino un cliente a comprar una secadora. Dando la casualidad que esos artículos estaban dentro del listado de piezas que se sirven en 24 horas o se le da gratis al cliente. Dicha entrega tienes unas normas que tenemos expuestas en la tienda. Entre ellas la de no ser válidas las compras en domingo o festivo, pues ese día solo trabajamos (los gilipichis) los vendedores pero no el reparto, ni la sede,… El reparto de los lunes se cierra el sábado por la noche.
Dicho individuo quería la secadora gratis porque no se la sirvieron el lunes, y el martes cuando le llamó el transportista exigía una entrega por la tarde. Lo típico, se presenta en la tienda, monta el pollo, habla con el jefe y al no tener razón en lo que reclama, pide hablar con el director. Al no ser posible exige que le demos el nombre y nos negamos. Pero el ya lo sabía, y no los dice. Respuesta Incorrecta. Lástima que la web no actualice durante meses los datos de los directores….
Bueno, al grano, el caso es que anula la venta, pero ayer a última hora, aparece para comprar la misma lavadora, y esta vez sin exigir horario. Mi compañero Jesús que ya le tenía clado acierta de pleno en la jugada (que ahora os explico).
Ahora tenemos un folleto llamado 30 Días Locos (que no se si tardaran 30 en volvernos locos) en el cual se pasa una tarjeta con un código de barras, y puede salir un vale por el importe de la compra, por un 30 por 100, o nada. Casualmente a este cliente no le había salido nada. Anula la compra, y vuelve a probar suerte. Esta vez le ha salido un 30 por 100 ( que de una compra de más de 600 Euros… es bastante) y esta vez no hay queja, ni protesta.
Hay que ser ruin y rastrero para retrasar un artículo de urgencia (lavadoras y frigos) que podía tener en casa el lunes, esperar al viernes o sábado. En fin, hecha la ley, hecha la trampa.
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Gracias por leerme.
Dicho individuo quería la secadora gratis porque no se la sirvieron el lunes, y el martes cuando le llamó el transportista exigía una entrega por la tarde. Lo típico, se presenta en la tienda, monta el pollo, habla con el jefe y al no tener razón en lo que reclama, pide hablar con el director. Al no ser posible exige que le demos el nombre y nos negamos. Pero el ya lo sabía, y no los dice. Respuesta Incorrecta. Lástima que la web no actualice durante meses los datos de los directores….
Bueno, al grano, el caso es que anula la venta, pero ayer a última hora, aparece para comprar la misma lavadora, y esta vez sin exigir horario. Mi compañero Jesús que ya le tenía clado acierta de pleno en la jugada (que ahora os explico).
Ahora tenemos un folleto llamado 30 Días Locos (que no se si tardaran 30 en volvernos locos) en el cual se pasa una tarjeta con un código de barras, y puede salir un vale por el importe de la compra, por un 30 por 100, o nada. Casualmente a este cliente no le había salido nada. Anula la compra, y vuelve a probar suerte. Esta vez le ha salido un 30 por 100 ( que de una compra de más de 600 Euros… es bastante) y esta vez no hay queja, ni protesta.
Hay que ser ruin y rastrero para retrasar un artículo de urgencia (lavadoras y frigos) que podía tener en casa el lunes, esperar al viernes o sábado. En fin, hecha la ley, hecha la trampa.
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