TODO LO AQUÍ NARRADO, NO SÓLO ES VERÍDICO SINO QUE ADEMÁS ES CIERTO. By Les Luthiers

domingo, 25 de septiembre de 2011

El premio de la señora

Volvemos a la carga tras el parón veraniego. Desde finales de julio que publique el ultimo post, han sucedido muchas cosas. Obras en la casa para reparar los daños de la rotura de una tubería que el seguro no soluciono del todo bien (Gracias, seguro. Me cago en tu puñetera madre), días de piscina, alemanas en topless, otra piedra en el riñón, inglesas en topless (que son como las alemanas pero con un color de piel jamón de York), y días de muuucho calor.

Ademas he lanzado la versión (creo que) definitiva de mi blog personal. Tras semanas de contenido, y modificaciones hasta que le he dejado como a mi me gusta. Con una actualización de Wordpress se me fue todo a la mierda. Rehecho de nuevo, lo podéis ver www.rafasaez.com donde pondré las historias personales y reflexiones, dejando para la faunapryca todas la anécdotas laborales... comentarios son igualmente bienvenidos.

Para abrir boca vamos con una pequeña historia:

3 y cuarto de la tarde de un viernes del que ya tienes ganas de irte. Como dice el pensamiento, No me importa venir a trabajar, pero esperar 8 horas para irme es simplemente una mierda.

Estamos en la entrada, cambiando datos e información con los compañeros que entran ahora en el turno de la tarde, digo cambiando información, porque si digo hablando, lo mismo me acusan de estar hablando en lugar de estar trabajando....

Se acerca una señora mayor:

- Oiga, donde cojo el premio? (Ni buenos días, ni hola ni nada.)

- Que premio?

- Este que pone.... Recoja aquí su premio

- A ver (Nos acercamos)... aquí no pone nada de eso, señora.. Señora? Señora!!!

Se ha ido! Que... (elija el adjetivo que mas le guste) la tía..

La gente esta muy mal...


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sábado, 24 de septiembre de 2011

Aferrado a trabajo

Que nos hace mantenernos en un trabajo? Nunca os lo habéis preguntado?. Sinceramente creo que el miedo al cambio. En el libro Quien se ha llevado mi queso entendí el miedo que tenemos a que las cosas cambien. Nos gusta nuestra zona de comodidad, y no queremos alteraciones.

En estos momentos de crisis, nadie se plantea cambiar de trabajo por cambiar, y aunque no nos guste mucho nuestro trabajo, aguantamos porque nos consideramos afortunados de tener algo que nos facilite llegar a fin de mes. Pero seguro que todos hemos dicho en algún momento que si no fuera tan mala época, nos iríamos a otro trabajo. Habría que vernos a ver que excusa poníamos en momentos en que las cosas iban bien.

En España estamos muy arraigados a la propiedad de un piso o casa y muy pocos cambiaríamos de trabajo si eso supone mudarse a otra ciudad. Hace unos años me propusieron optar a un puesto en la OTAN y me preguntaron si estaría dispuesto a irme a una ciudad de la costa donde tenían la base central. Por casi cuatro veces mi sueldo?- contesté enérgicamente – mañana mismo me incorporo...

Todo el rollo anterior viene a colación de mi traslado. Lo tengo solicitado desde hace mucho tiempo y es dentro de esta gran empresa en la que trabajo, con más de 150 centros, y donde pido me lleven es al centro que tengo pegado a mi casa. Esto me ahorraría 2 horas diarias de transporte publico. A parte de la ilusión y la motivación renovadas con las que iría a trabajar cada día. Pero la realidad es muy distinta. Lo solicite en su día, para poder llevar al niño a la guardería y estar mas cerca en caso de que me avisaran. Además de la comodidad poder ir andando. En estos momentos el niño tiene 8 años y casi podría ir y venir solo.

Hoy se supone que tengo que dar contestación a una oferta que me han hecho. Hay una posible plaza en el centro en el que quiero incorporarme pero en otro sector comercial. Ganaría menos dinero, mismo horario (nunca mejor) y pasaría a ser frutero. Increíble que me lo ofrezcan a mí en lugar de lugar de dárselo a alguien, por lo menos, de alimentación. Contestaré que no, que no he esperado 7 años para pasar a frutería y en peores condiciones laborales.

Casos como este mío, nos hacen ver que dentro de la empresa nadie es imprescindible y la mayoría de las veces no somos más que un numero. La pregunta que me hago muchas veces sobre por qué no cambio de trabajo? Supongo que será porque estoy a gusto (salvando la distancia), y me gusta lo que hago. Se podrían cambiar muchas cosas para mejorar pero la base del trabajo, asesorar a gente en su compra de informática, me llena bastante. Ademas, tener 2 hijos y dos hipotecas ayuda mucho a no hacer cosas sin pensar, como dejar un trabajo por un enfado con alguien, alguna pataleta, que las cosas en caliente, no siempre salen bien. Que opináis?


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Desde Donde se han perdido?