10 de la mañana mientras atiendo a una señora en telefonía, me interrumpe joven, bien vestido, para preguntarme si hay un cajero de no recuerdo que banco.
La señora se ofende un poco pero contesto rápido con los nombres de las 2 entidades bancarias cercanas y cajeros. Una Caixa fuera del edificio, un cajero de Caja Madrid al fondo y una sucursal y 2 cajeros del Anti-banco (Banco? Santander, historia que dejo para otro día).
Una vez he terminado con la señora del teléfono, paso por video juegos y veo al chico de antes con una caja de la PSP en la mano (cajas de atrezo, las verdaderas están en la oficina o en el almacén).
- Hola, esta es la nueva PSP. verdad?
- Si, PSP Go!.
- Estoy interesado en llevarme una, me la puedes enseñar?.
- Por supuesto.
Voy a la oficina (pensando que como es que el de los videojuegos libre tanto...) y vuelvo en 30 segundos con una caja nueva, que abro en sus narices.
- Jo, está guapa, eh? Es como la otra pero mas ligera, más manejable, etc... Cuánto vale? Qué trae? Jo, te la estoy manoseando...
Está un poco flipao y sigue con la batería de preguntas. Le voy respondiendo a todas las que sé y le advierto:
- Tenga en cuenta que no lleva ranura para los juegos (discos UDF).
- Y entonces como se ponen los juegos?
- Pues bajo descarga o vía PC (conectándola al ordenador)
- No? Vaya P**a Mierda, que Cabr*n*s, que hijos de p***, la madre que los parió...
Se vuelve un poco weeja y una vez que se calma, pregunta:
- Y encima no valdrá para Mac, Les van a dar por c**o a estos cabr*n*z*s. Bueno esto habrá que estudiarlo, es interesante, pero claro, que hago con todos los juegos?...
2 horas y media más tarde...
- Hola, Me puedes sacar la consola, que me la voy a llevar. Una cosa más, puedes navegar por internet?
- Lleva WiFi, así que supongo que llevará un navegador incluido, que te permita abrir páginas web.
Le vuelvo a sacar la consola, ya pensando a ver si es que me quiere dar un cambiazo con alguna maqueta y se la doy. Mientras ojeo el manual.
- Si, aquí en el manual viene, Internet, en el menú.
- Vale, me la llevo. Bueno, pero sácame una nueva, que esa está manoseada...
- Esa es nueva. Todas me han llegado esta misma mañana.
- Ya pero una que no esté abierta...
- Te la he abierto a ti está mañana.
- Ya pero dame una cerrada, venga si a ti te da igual....
Efectivamente, a mí me da igual... Con cara de poker y sin mediar palabra (modo monosílabos ON) voy a la oficina y sin mirar cojo otra caja, pensando que me gustaría saber donde trabaja para ir a incordiarle un rato.
- Aquí la tienes, te la cobra mi compañera.
Vaya elemento, la chica de Kodak alucina, no se lo puede creer y me pregunta que de donde ha salido este individuo...
La cosa no termina ahí, porque luego se me acerca la chica de Kodak y después de preguntarme que de qué planeta era ese tío, me dice que se la había dado en color blanco... y que se la tuvo que cambiar por una negra.
Como es evidente, un par de días después vino a devolverla... Supongo que una vez que jugó un par de días, y se cansó del caprichito, la devolvió. Y como hay un cartel que dice que si no quedas satisfecho en 15 días nos bajamos lo pantalones, digo le devolvemos su dinero, pues tan contento.
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Gracias por leerme.