Volvemos a la carga tras el parón veraniego. Desde finales de julio que publique el ultimo post, han sucedido muchas cosas. Obras en la casa para reparar los daños de la rotura de una tubería que el seguro no soluciono del todo bien (Gracias, seguro. Me cago en tu puñetera madre), días de piscina, alemanas en topless, otra piedra en el riñón, inglesas en topless (que son como las alemanas pero con un color de piel jamón de York), y días de muuucho calor.
Ademas he lanzado la versión (creo que) definitiva de mi blog personal. Tras semanas de contenido, y modificaciones hasta que le he dejado como a mi me gusta. Con una actualización de Wordpress se me fue todo a la mierda. Rehecho de nuevo, lo podéis ver www.rafasaez.com donde pondré las historias personales y reflexiones, dejando para la faunapryca todas la anécdotas laborales... comentarios son igualmente bienvenidos.
Para abrir boca vamos con una pequeña historia:
3 y cuarto de la tarde de un viernes del que ya tienes ganas de irte. Como dice el pensamiento, No me importa venir a trabajar, pero esperar 8 horas para irme es simplemente una mierda.
Estamos en la entrada, cambiando datos e información con los compañeros que entran ahora en el turno de la tarde, digo cambiando información, porque si digo hablando, lo mismo me acusan de estar hablando en lugar de estar trabajando....
Se acerca una señora mayor:
- Oiga, donde cojo el premio? (Ni buenos días, ni hola ni nada.)
- Que premio?
- Este que pone.... Recoja aquí su premio
- A ver (Nos acercamos)... aquí no pone nada de eso, señora.. Señora? Señora!!!
Se ha ido! Que... (elija el adjetivo que mas le guste) la tía..
La gente esta muy mal...