La visita de Tim Ferris para mí ha sido una experiencia increíble. Ahora mismo estoy en uno de esos momentos en que las cosas te empiezan a ir bien, que todo fluye como más o menos te gustaría. Esto ha sido la guinda del pastel.
En este último año me he leído más libros que en todos mis años de bachillerato (y fueron muchos, pues me gustó tanto que incluso repetí algún curso). Pero este ha sido el que más me ha motivado y el único que ha conseguido que me ponga manos a la obra. Conocer a la persona que lo ha escrito es una sensación maravillosa. Es como la comprobación de que todo es real y es posible, y no una novela o un libro a lo Ana Rosa Quintana (Ctrl C Ctrl V Copiar Pegar).
Lo genial de Tim Ferriss es su naturalidad y su sencillez. Una reunión totalmente informal, gratuita, en la que se mezclaba entre nosotros, y parecía uno más. No es que conozca a muchos famosos, pero gracias a mi trabajo, me he topado con muchos y en general son bastante distantes algunos, y otros te miran por encima del hombro con aire de superioridad. Tim no dio esa impresión en absoluto. Saludó a todo el mundo, firmó libros, se hizo fotos con todos los que quisieron y contestó preguntas desinteresadamente.
Pero eso no fue todo, además tuve la suerte de conocer a otras tres personas encantadoras. Javier Buckenmeyer, su mujer Gaëlle, y Nando. Me sentí muy a gusto con ellos (sin conocerlos de nada, excepto por foto), siendo un don nadie entre genios de la web. También dar las gracias a mi amigo Isra por acompañarme que se aburrió un poco con tanta pregunta en Inglés pero creo que se enganchó al libro. Os dejo todas las fotos que hice.
Tim Ferris y Yo.
Javier, Yo y Nando
Tim firmándome el libro. Foto de Isra
Tim y Yo (como un niño con zapatos nuevos)
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Gracias por leerme.