Lo peor de trabajar en un centro comercial de gran magnitud son los inventarios. Así me lo dijeron en la entrevista. Y no les falta razón, a los clientes te acostumbras, pero a los inventarios, NO!.
Este fin de semana, hemos realizado inventario. Exactamente en textil, ya que de momento en electro no los hacemos. Tenemos un tortuoso sistema de conteos parciales, que nos evita el suplicio pero hace estragos con la fidelidad del stock. Lejos quedan lo tiempos de un inventario al mes, donde lo habitual era salir a las 5 (con suerte a las 3) de la mañana, después de todo un día de trabajo, para incorporarte el siguiente a las 8 AM.
La situación este fin de semana no fue muy alentadora pero no importa. Turno de tarde el sábado hasta la 10 PM, domingo inventario a las 7 de la mañana y hoy turno de mañana...
El de este domingo ha sido voluntario, y alguno que otro forzoso al no llenarse el cupo de voluntarios. Lo que me queda es la esperanza de saber que está (medianamente) bien pagado, comparado con nuestro irrisorio salario, o con la miseria que recibimos cuando trabajamos un domingo.
Yo no me puedo quejar. Me parece bien pagado y lo mejor que es que es voluntario. Además para estas ocasiones echo mano de una historia que me contó mi padre hace tiempo y que me hace ver las cosas con otro punto de vista.
Mi padre me decía que cuando yo era pequeño, trabajaba todo el día para sacarnos adelante, y llegaba muy tarde a casa. De camino a casa, mientras se lamentaba de trabajar tantas horas y no poder pasar más tiempo conmigo y con mi hermana, se encontraba con un señor, que no tenía trabajo y que recogía cartones. Además le faltaba una pierna, llevaba muletas y tiraba de un carrito (donde llevaba los cartones,) con el cuello, con un sistema parecido a las riendas de un caballo.
Esta historia no sólo es verídica, si no que además es verdad. Me enseñó que hay que apreciar siempre lo que tienes y no mirar solo lo malo. No es justo quejarse, siempre hay personas en peor situación que la nuestra.
Salu2 a To2
2 comentarios:
Qué razón tienes. Por eso aprender a reconocer lo bueno de todo, aunque sea mínimo, es tan importante...
Que gran razón lleva tu padre. Muchos nos pasamos la vida lamentandonos por lo que no tenemos y no miramos lo que si está a nuestro alrededor.
Que pases un buen día.
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